03 agosto 2016

El águila calva contra los drones



La utilización de animales con fines militares o policiales se remonta a la noche de los tiempos, cuando el hombre primitivo domesticó al lobo para obtener el perro guardián, protector de poblados y de rebaños.

El siglo XX ha visto múltiples aplicaciones adicionales de este uso de los animales, como emplear perros para detectar explosivos o delfines para colocar minas. Y ya no hablemos de las palomas mensajeras, profusamente utilizadas durante la I Guerra Mundial.

Ahora llegan las águilas antidrones. Tal como suena. Se adiestra un águila para que cuando vea un dron –no muy grande, porque las hélices podrían dañar al animal- ésta se lance sobre el dron y lo abata. Muy útil para evitar espías innecesarios en zonas restringidas.

Ya habíamos visto una variante de esta técnica que es el uso de rapaces en aeropuertos para evitar el vuelo de otros pájaros que pudiesen impactar con los aviones o ser succionados por las toberas de éstos.

Me pregunto si será una moda pasajera o es una nueva técnica que ha venido para quedarse. Pero si sirve mínimamente para preservar las poblaciones de águilas, bienvenida sea.