08 octubre 2013

Correlaciones: Cuando la tierra tiembla



Últimamente, las televisiones nos traen noticias sobre los temblores de tierra en las costas catalana y valenciana cercanas a la plataforma marítima del proyecto Castor, supuestamente provocados por la inyección de gas en el subsuelo poroso de la zona.

Para variar, ahora parece que no se hizo demasiado caso a los informes que entonces se hicieron desaconsejando el proyecto por peligroso o bien que, almenos, se extremaran las condiciones en que habían de realizarse las operaciones de inyección y extracción de gas.

Bien, de aquellos polvos vinieron estos lodos y ahora todos a saltar al ritmo de los frecuentes terremotos que se han producido, de una virulencia bastante superior a la esperada.

Y no puedo dejar de recordar un relato de ciencia ficción poco conocido de un escritor de ciencia ficción poco conocido dentro del género. El escritor es Howard Fast y el relato es “La herida” (“The Wound”, 1970), contenido en la recopilación de relatos El general derribó a un ángel.

En dicho relato, se decide explotar un filón petrolífero utilizando métodos sumamente violentos con un resultado catastrófico. El relato es más metafórico que ficticio y es una temprana alusión a lo que después otros escritores acabarían desarrollando dentro de la teoría “Gaia”.

El relato es un canto ecológico contra la codicia humana y contra la poca previsión del ser humano cuando se pone a jugar con explotar de manera burda la naturaleza, en este caso, enfrentándose a fuerzas geológicas.

Lo que más me preocupa es que hasta ahora parecía que, a menos que utilizásemos armas nucleares, las profundides del planeta estaban relativamente a salvo, pero mucho me temo que incidentes como el citado desmienten esta esperanza.