27 diciembre 2012

Correlaciones: Cenicienta Returns



Se cuenta que las míticas Amazonas se cortaban uno de sus dos pechos a fin de que éstos no les dificultasen el poder disparar con arco desde su montura a caballo.

En un orden menor del sacrificio, se explica en el cuento de la Cenicienta que una de las hermanas feas y malvadas de la Cenicienta se llegó a cortar un dedo del pie para intentar encajarse el zapatito de cristal con que el príncipe pretendía encontrar a su misteriosa amada.

Hoy en día, estas cosas suceden en la realidad, aunque la amazonas (o cenicientas) protagonistas son bastante más frívolas. Al parecer, en Estados Unidos se está extendiendo una moda entre algunas mujeres que calzan zapatos de aguja consistente en amputarse el dedo meñique del pie para poder llevar mejor estos estrechos zapatos.

Nunca he entendido la tiranía de las modas más allá del borreguismo servil de los primates, pero creo que esto roza ya los límites del delirio. Claro que tampoco se trata de criticar por criticar. A fin de cuentas, muchos aborígenes polinesios o amazónicos son capaces de realizar verdaderas escabechinas en sus cuerpos, ya sea deformándolos, ya sea realizándose grabados de lo más espeluznante. En su caso, se habla de “costumbres ancestrales o antropológicas”.

Supongo que algo parecido debe suceder con las amputadoras de meñiques. Esto de seguir una moda es mucho más poderoso de lo que pudiese parecer a primera vista. Vaya, aquello que nos decían de pequeños nuestros padres: “si tus amigos se tiran a un pozo, ¿tú también lo harás?”. Bien, respuesta: parece que sí. Sobran los comentarios.