23 octubre 2012

Atlántida / Javier Negrete


Atlántida
Javier Negrete
Atlántida (2010)
Ed. Booket
Págs.: 608
2012


Atlántida es de esos libros de ciencia ficción que bien podrían haber sido escritos por un famoso americano autor de best-sellers, si bien es cierto que se les nota el tono castizo. No por ello dejan de tener más o menos interés.

Atlántida nos cuenta la historia de un futuro más o menos cercano en que la actividad volcánica de la Tierra se desata con furia en un lapso de tiempo muy breve y en el que la vida de los seres humanos sobre la faz del planeta parece amenazada de manera trágica. En medio de todo ello, unos personajes bastante diversos y de orígenes muy diversos tratan por todos los medios impedir la catástrofe… o acelerarla.

La novela, que se lee muy bien, no es ni demasiado densa ni demasiado ligera. Está en su punto, diría yo. Eso sí, las influencias y las filias del autor se ven claramente: la inmortalidad, la Grecia arcaica y clásica, Dune, El Señor de los Anillos, Star Wars o la teoría Gaia. Muchas son las referencias a estos temas a lo largo de toda la novela.

Y eso que en otro autor podría haber quedado como un refrito indigesto, Negrete lo combina bastante bien y lo hace creíble, a pesar de que es cierto que algún detallito chirría un poco. Por ejemplo, la cita al Emperador de Todas las Cosas de Norman Spinrad no es óbice para perdonar que alguno de los protagonistas se comporte como tal.

La novela trata temas tan en boga en el mundo científico como los supervolcanes, la teoría Gaia o la búsqueda genética de la longevidad. Pero también aparecen otros temas que rozan la superchería, como la telepatía o las regresiones.

En fin, que se trata de una novela interesante, con abundantes pasajes narrativos que no se hacen nada pesados, con una cierta intriga, bien dosificada y con un final cerrado, aunque lo suficientemente elástico como para permitir una continuación si el autor decide retomar el tema algún día.

Por otro lado, el tratamiento que se le da a la Atlántida, sin dejar de ser altamente fantástico, no deja de ser más creíble que muchas tonterías sin sentido que se han escrito últimamente sobre el mítico continente perdido.

Posiblemente si Negrete fuese americano y escribiese en inglés, la novela habría llegado mucho más lejos en los rankings de ventas.