19 enero 2006

Rectificación

Julián Díez me ha llamado la atención sobre algunos comentarios que hacía en el post de El viejo truco del abejaruco sobre las editoriales. Básicamente me recriminaba dos cosas:

1. Que no citase a las editoriales responsables de las políticas que criticaba.

2. Que algunas afirmaciones eran poco acertadas.

En primer lugar querría dejar claro que se trataba de un texto satírico más que de una crítica fundamentada y la intención es que fuese algo ligerita. Por supuesto, podría haber citado a Ediciones B y su reciente moda de partir los libros o de saldar a tramos sus colecciones. Por supuesto, sus motivos tendrán para ello, aunque los principales perjudicados de dichas políticas acabemos siendo los tontos de siempre: los que compramos libros.

También podría haber citado a Minotauro en lo relativo a la poca promoción que han hecho (al menos recientemente) de autores como Angela Carter, que al parecer (y toco de oído) tiene parte de su obra descatalogada, cosa poco habitual en una editorial que ha hecho siempre el esfuerzo de tener en catálogo toda su obra.

O podría haber citado la costumbre de Timún Más o La Factoría de fraccionar los libros de fantasía y así sucesivamente.

Pero se trataba simplemente de un divertimento, no de una carga de profundidad.

En cuanto a lo poco acertadas que eran ciertas afirmaciones, me centraré en el comentario que hice sobre la necesidad de enviar expositores a las librerías. Tal como me ha hecho notar acertadamente Julián, eso es algo caro que no todo el mundo puede permitirse y, además, no todas las librerías tienen espacio suficiente o ganas de utilizarlos.

También es verdad que el saldo de las colecciones es a veces más una necesidad fiscal y económica que no una política libremente decidida y tal vez sería bueno que el Gobierno tuviese más en cuenta que los libros no son sólo un negocio, sino un bien cultural, aunque algunos pretendan convertirlos en meros artículos de lujo.

1 Comments:

At 10:35 a. m., Blogger Yarhel (Enric Quílez) said...

¡No hombre! Ya sé que no eres ningún pensapol :)

Pero cuando alguien me hace cambiar de opinión prefiero poner el nombre que no un ambiguo "un conocido", "un amigo", "alguien" :)

De todas maneras, cuando redacté el comentario original me estuve planteando poner entre paréntesis al final de cada entrada algún ejemplo concreto, así que tampoco iba tan desencaminado, aunque después lo desestimé porque parecía más una crítica seria que no algo ligero como pretendía. Tal vez tendría que haberlo hecho.

Otro problema es que cuando intentas "ir de gracioso" a veces se te va un poco la mano y se dicen cosas que, si se toman mínimamente en serio, pueden ofender a gente implicada cuando no era esa tu intención.

No descarto, no obstante, más adelante una entrada con comentarios críticos sobre algunas políticas editoriales que me parecen un tanto perniciosas para los lectores, por decirlo de manera suave, aunque tampoco quiero ser excesivamente repetitivo.

 

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