20 agosto 2007

Armagedón

La NASA está haciendo planes para construir una nave interceptora de asteroides. Algo así como lo que aparece en las películas Armagedón y Deep Impact, pero en serio y sin la parafernalia rocambolesca de Hollywood.

La nave estaría dotada con seis misiles nucleares de 1,2 megatones del tipo B83 y podría ser llevada fuera de la Tierra mediante el trasnportador Ares V. El blanco-modelo con que se trabaja es el asteroide Apophis, que pasará entre la Tierra y la Luna en abril del 2029.

La detonación nuclear no trataría de destruir el asteroide, cosa que podría ser complicada y hasta contraproducente, sino desviarlo de la trayectoria en caso de que se acercase peligrosamente a la Tierra.

Esto de los asteroides que se acercan a la Tierra y causan el pánico son una de las historias más clásicas de la ciencia ficción. Desde que apareció la teoría de que los dinosaurios se extinguieron por la caída de un meteorito, la imaginación humana se ha desbocado y la analogía entre lo que sucedió con los dinosaurios y lo que podría sucedernos a nosotros es inmediata.

Para añadirle más leña al fuego, está el misterioso evento de Tunguska, una explosión sucedida en Siberia el 30 de junio de 1908 de una magnitud similar a la de una potente arma termonuclear que no dejó, sin embargo, cráter alguno. ¿Un cometa que se vaporizó antes de impactar?

Algunos libros que han tratado el tema del meteorito o del cometa, como centro argumental o como trama colateral son, por ejemplo, El martillo de Lucifer, de Larry Niven y Jerry Pournelle; también de estos autores, Ruido de pasos, donde se plantea la posibilidad; El martillo de Dios de Arthur C. Clarke (¡qué fijación con el martillo!); o El legislador, de Miquel de Palol.

Carl Sagan insistía mucho en su libro Un punto azul pálido en el desarrollo de este tipo de programas para evitar colisiones catastróficas en el futuro que pudiesen poner en peligro la existencia de la civilización y hasta de la vida sobre la Tierra.

Desde luego, si algún día aparece por el barrio un gran destructor, que es como se conoce en el argot a un asteroide de grandes dimensiones, está claro que su impacto sobre la Tierra difícilmente podría evitarse ni si quiera lanzando misiles nucleares. Es por ello que mucha gente está tan a favor de que la Humanidad se extienda fuera de la Tierra para minimizar las posibilidades de que una colisión acabe con todos nosotros.