11 diciembre 2006

Fragmentos del futuro / AA. VV.

Fragmentos de futuro es una iniciativa conjunta de la editorial Espiral y del ex-editor de la versión española de la revista Asimov a fin de poder publicar aquellos relatos de autores hispanos que se quedaron en el tintero tras el cierre de la Asimov.

La verdad es que el nivel de alguno de los relatos es muy bueno y merecía por sí sólo una edición. De esta manera, quedan rescatados del olvido una serie de narraciones que tal vez no hubiesen visto la luz en una edición más o menos asequible a todo el mundo.

Una de las cosas que llaman la atención de este libro es la cantidad de relatos que tratan directa o indirectamente con el viaje en el tiempo (tres de las ocho narraciones).

“El fluir del tiempo” de Domingo Santos nos presenta a una serie de personas capaces de viajar al pasado mientras sueñan, en una especie de experiencias extracorpóreas. Tal vez lo más interesante del relato no sea saber qué opina el autor sobre el asesinato de Kennedy, sino las reflexiones que hace tanto sobre el uso de esta nueva tecnología, como en qué se convertirían las personas capacitadas para viajar al pasado.

“Mi diario” de J. E. Álamo es un estremecedor relato en forma de diario sobre un mundo que ha sido invadido y arrasado por unos alienígenas hostiles y acerca de la dura supervivencia que hay que afrontar después. Tiene un cierto regusto a Mecanoscrito del segundo origen de Pedrolo, aunque tal vez con un final menos optimista.

“La fuerza del destino” de José Carlos Canalda es un interesante relato de viajes en el tiempo en el que, de forma parecida a La compañía del tiempo de Kage Baker, el protagonista tratará de recuperar una obra de arte perdida, con insospechadas consecuencias.

“La ausencia de oscuridad no significa presencia de luz” de Juan Carlos Planells nos habla acerca de una obra de arte alienígena que se encuentra “codificada”, es decir, que no puede percibirse de manera directa.

“Kretacic rap” de Vladimir Hernández y Ariel Cruz es un impresionante pastiche de ideas, temáticas y personajes que parece funcionar bien como novela de aventuras, sobre una expedición de caza al Jurásico que se complica de mala manera.

“La isla” de Pablo Dobrinin es un extraño relato, bastante onírico, sobre un artista incomprendido que antes de morir es trasladado a un lugar utópico en donde se le preparará para ser transferido a un mundo que apreciará verdaderamente su arte.

“Cachorros” de Roberto Bayeto nos habla de una nueva raza de seres humanos, armas letales, condicionados para matar.

Finalmente, “Una de vampiros” de Eduardo Gallego y Guillem Sánchez es una de las piezas más interesantes del libro. Perteneciente al universo Unicorp, concretamente al ciclo de los antropólogos historiadores, se nos describe una cultura que vive inmersa gracias a la nanotecnología en una realidad virtual perpetua y que se ve incapaz de resolver una serie de extraños crímenes, por lo que se ve obligada a pedir ayuda exterior.

En resumen, una buena colección de relatos para leer y disfrutar, muy variados y con diferentes estilos.