23 noviembre 2006

Ritos modernos

El mundo de la ciencia ficción y, sobre todo, de la fantasía moderna ofrece un montón de posibilidades imaginativas para sustituir ritos y religiones antiguas por creencias y rituales más modernos y mucho más “floridos”.

Así, no es de extrañar que un cierto tiempo después de la publicación de El Señor de los Anillos, a Tolkien le empezasen a llover cartas de parejas que decían haberse casado siguiendo los ritos descritos en su obra maestra. Dudo que a Tolkien, como católico convencido que era, le hiciese ninguna gracia.

Últimamente, en un tono más festivo, se celebran bodas civiles por los rituales más diversos. No es extraño que un militar se case vestido con el uniforme de gala, pero es más divertido ver a dos trekkies casarse con el uniforme de la Flota Estelar en un parque temático de Star Trek. ¡Los hay que incluso se han llegado a casar disfrazados de klingon! Sólo por el suplicio que debió representar su caracterización, ya los admiro.

La literatura fantástica moderna nos permite todo esto y mucho más. Fiestas de Halloween con ambientación Harry Potter, bodas con los cónyuges disfrazados de sus personajes favoritos (klingons, elfos, etc) u orgías pantagruélicas con los invitados ataviados de hobbits comilones y pendencieros.

¿Y qué me decís de la religión de la Fuerza? Surgió hace unos años entre agnósticos descontentos de las religiones mayoritarias que, puestos a no creer en nada en concreto, decidieron creer en la “Fuerza”. Sí, sí, la de Star Wars y sus famosos Jedis. En algunos países, el culto parece ser que se extendió con tanto fervor que lo han llegado a prohibir. En el Reino Unido, casi 400.000 personas se declaran seguidores de la Fuerza y han realizado peticiones a los organismos internacionales para ser reconocidos como religión oficial.

¿Por qué no? ¿Es más extraño creer en una extraña fuerza que lo impregna todo que un carpintero nacido de madre virgen que resucita tres días después de haber sido crucificado y luego asciende a los cielos? Todo es cuestión de fe, supongo. O de frivolidad.

Creo que en la era de superficialidad en que vivimos, en que Hollywood y la televisión son mucho más potentes que las escuelas y las familias como métodos de enseñanza y de transmisión de valores, pronto veremos bautizos hobbits, entierros jedis o elevaciones lakotas. Y si no, tiempo al tiempo.

¿Por qué pasa todo esto? Por el motivo que sea, el hombre es una criatura simbólica, que fabrica, transmite y consume símbolos. Los rituales no son más que combinaciones de símbolos que también sirven para consumirlos y transmitirlos. Y ante la decadencia de muchos rituales clásicos, el hombre se ha agenciado una serie de rituales modernos. De momento, este fenómeno es algo bastante espúreo, pero con el tiempo se organizará y se asentará, creándose nuevas religiones –posiblemente no teísticas- de carácter simbólico y ritual y vacías de doctrina.

Parece que estos son los signos de los tiempos. Mientrastanto, las religiones mayoritarias, no parecen enterarse (o no quieren enterarse) de por dónde van los tiros. Así les luce.