24 mayo 2006

Premio Xatafi-Cyberdark. Narrativa corta (y IV)

Reconozco que me encanta George R. R. Martin. De hecho, me gustan más sus relatos que sus novelas (de lo que llevo leído). Sí, ya sé: soy un hereje. Por suerte ya no nos queman en las hogueras. Aun así, este relato -"El hombre con forma de pera"- me ha dejado algo confuso. Para empezar, no acabo de entender el final. No sé si es que estaba espeso o es que es confuso adrede. En cualquier caso, Martin es capaz de hacerlo mucho mejor en el campo del terror, como ya demostró en "El tratamiento del mono", de lo más espeluznante.

Tal vez el relato que más me haya gustado -junto a "He tocado el cielo"- sea "No opinamos lo mismo", de Bruce Sterling, un magnífico cyberpunk premonitorio de nuestros días en muchos aspectos, muy bien escrito y con unos personajes que, a pesar de estar embastados con unas pocas y certeras pinceladas, se quedan grabados en nuestra memoria de manera persistente.

Es de esos casos en que tanto la temática, como los personajes como el fondo parecen estar equilibrados y tiene una clara componente futurista que, de hecho, está muy de actualidad hoy día.

"No opinamos lo mismo" se centra en la entrevista que le hace un musulmán egipcio a una estrella del rock norteamericano en la cima del éxito. Los Estados Unidos están en decadencia, mientras que los países árabes son potencias emergentes. El relato muestra el choque cultural entre ambos mundos.

"La pequeña diosa" de Ian McDonald es un relato claramente divisible en dos partes. La primera, narra la historia de una niña que se convierte de golpe en una divinidad para los nepalíes. La segunda, nos explica la historia de la niña, ya convertida en mujer cuando crece y deja de ser una diosa y de cómo tiene que ganarse la vida traficando con ilegales inteligencias artificiales.

El relato es bastante exótico para un occidental, porque nos muestra un mundo -el de la India y el Nepal- que nos es poco conocido. Asimismo, lo hace ne clave futurista de ciencia ficción. El relato deja un regusto interesante, aunque no acaba de ser del todo redondo. Tal vez un desarrollo mayor le hubiese conferido mayor tridimensionalidad al personaje central.

En mi opinión, me quedo con la primera parte del relato, aunque no contenga apenas elementos de ciencia ficción. La segunda, me suena bastante a algo ya visto, aunque la conclusión es bastante interesante.

Si tuviese que escoger un relato extranjero, posiblemente votaría por el de Sterling o bien por el de Resnick, teniendo serias dificultades para decidirme por uno o por otro, pero tengo claro que mi decisión estaría entre ambos relatos.