31 marzo 2006

El mercado de segunda mano

Por desgracia, al lector impenitente de ciencia ficción o de fantasía no le queda más remedio que recurrir muchas veces al mercado de segunda mano para poder satisfacer sus deseos de lectura de aquellos libros que murieron en combate y que no han vuelto a ser reeditados.

Muchos de ellos, por no decir que casi todos, fueron saldados ignominiosamente a un precio ridículo, mientras que ahora te piden poco menos que un ojo de la cara por ellos. Y esto es así porque las librerías de viejo han aprendido rápidamente la lección. Para que luego digan que la ciencia ficción está devaluada en todas partes. Antes este tipo de libros estaban tirados de precio y al librero casi le hacías un favor si te llevabas esas marcianadas.

Pero de un tiempo hacia acá, sobre todo gracias a internet y a servicios como Iberlibro.com, los libreros han descubierto que los libros blancos de Nova o algunos Martínez Roca de fantasía se cotizan a precios astronómicos. Así, hasta la reedición por parte de Gigamesh de Bosque Mitago, ¡era normal encontrar ejemplares de este libro a 50 o hasta a 60 euros!

Así pues, tenías que recurrir a todo tipo de trucos para conseguir esos incunables a un precio de oro. Una posibilidad, era recurrir a alguien que quisiese venderse parte de su colección de ciencia ficción. Pero claro, a poco que estuviesen en el mundillo (por ejemplo, en la página de Cyberdark) sabían perfectamente que por determinados ejemplares se podía pedir bastante, sobre todo si se encontraban en buen estado de conservación.

Por otro lado, siempre te la podías jugar con algún desconocido de Argentina y hacerle un pedido considerable de libros jugosos para compensar los elevados costes de envío y de pago transatlánticos. Y claro, podía saltar la sorpresa, como me pasó a mí con cierto individuo, que me envió unos libros que parecían haber pasado por el complejo sistema digestivo de una vaca. Una pena, vaya. Eso cuando no me cambiaba un ejemplar que habíamos acordado por otro, teóricamente igual de valioso. Sí, seguro.

Y éste es uno de los grandes problemas del mercado de segunda mano: la conservación. Algunas editoriales, como Martínez Roca, colección Super Ficción ya editaron sus libros pensando en que al cabo de poco se desintegrarían. Algo de vampíricos debían tener los libros (a parte de ser negros) porque si les daba el sol, amarilleaban que daban pena y se quemaban. Yo aún los llamo los libros-vampiro.

Otros, como los Edhasa de segunda época, tienden a desencuadernarse con enorme facilidad, produciendo una caída de hojas espectacular. Los llamo los libros-otoño.

Después están los libros manchados, que uno no sabe si se debe a algún proceso de deterioro "natural" del papel o a que han vertido sobre ellos generosas cantidades de café (o de sangre, quién sabe) y que no te incitan a llevártelos a leer a la cama por si coges alguna enfermedad.

Así pues, la mejor solución acaba siendo pasarse en persona por alguna librería como Gigamesh y examinar personalmente y con cuidado los ejemplares a adquirir. La contrapartida es evidente: no suelen ser muy baratos, en especial si el libro en cuestión es de los buscados. Y allí seguro que no se les pasa que un Soldado de la niebla de Gene Wolfe te puede costar un riñón. No lo dudes.

1 Comments:

At 1:48 p. m., Anonymous Anónimo said...

Coincide totalmente con mi propia experiencia, y tras mucho buscar he llegado a la conclusión de que hay cuatro tipo de libros de ciencia-ficción: 1º) los muy baratos "repudiados" (libros con malas críticas, partes sueltas de sagas, etc. y que por alguna razón abundan en las librerías); 2º) los baratos "populares" (libros que también abundan pero todo el mundo conoce, recomienda, de autores conocidos, han sido muy editados) 3º) los caros "olvidados" (libros que no tienen nada en particular que que al escasear en las librerías el mero hecho de que uno los busque los convierte automáticamente en caros); y 4º) los muy caros "desados" (los libros que siendo igualmente escasos, todo el mundo recomienda, busca y quiere leer pero sólo encuentra a precio de oro). A veces hay excepciones y te encuentras con un tipo 4 a precio de 1 (que alegría da) o un tipo 1 a precio de 4 (y te da la risa).

 

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